martes, 21 de diciembre de 2010

El carácter y la personalidad en la pintura

El paisaje está habitado por multiciplidad de elementos que componen la escena (montañas, cielo, árboles, piedras, hierba, casas, etc) y son diferentes en su materia, su color, su forma, su tamaño. Por este motivo debemos pintar cada cosa, ajustándonos al color preciso, eligiendo la pincelada más cargada de pintura o más acuarelada, valorando el claro-oscuro siempre en función de la composición general y utilizando la pincelada adaptada a la anatomía de las cosas y a su materia.

Es necesario eliminar mecanicismos: pinceladas y colores que se repiten en todos los cuadros por igual y que no responden a una observación del paisaje sino a un amaneramiento pictórico. Observad cada tipo de árbol, su color, su tamaño, la expresión del tronco y sus ramas, no hay nada exactamente igual. En nuestros cuadros debe notarse que hemos profundizado y comprendido cada cosa en su diferencia, así la obra será más rica en matices y aumentará su calidad pictórica.




























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